Saturno: Un hermoso gigante con aros

Desde pequeños debemos aprendernos las posiciones de los planetas en el Sistema Solar, es ahí cuando interiorizamos a Saturno como el sexto astro en el orden.


Asimismo, se nos enseña que es poseedor de anillos, pero ¿qué tanto más sabemos? No te preocupes, a continuación te entregamos algo más de sus características.

El segundo planeta más grande del Sistema Solar debe su nombre a la mitología romana, ya que debido a su posición orbital más lejana que Júpiter los antiguos romanos le otorgaron el nombre del padre de éste, Saturno. Forma parte de los denominados planetas exteriores o gaseosos, ya que se encuentra ubicado posterior a la región llamada cinturón de asteroides, comprendida aproximadamente entre Marte y Júpiter, que alberga gran cantidad de objetos irregulares más grandes que los meteoros.

Es en el año 1610 que el planeta calificado como el más bello del Sistema Solar es observado por primera vez con un telescopio. Fue el considerado padre de la astronomía, el italiano Galileo Galilei, quien apreció su extraña apariencia pero no encontró una explicación a su aspecto achatado por lo polos, que más tarde se entendió es causa de su rápida rotación. Pero se asume que las primeras observaciones de Saturno fueron complicadas de interpretar por el hecho de que la tierra cruza el plano de los anillos del planeta cada varios años, a medida que se mueve por su órbita.

Saturno fue visitado por primera vez por la sonda espacial Pioneer 11, una de las primeras naves espaciales del programa de exploración espacial de la NASA, en el año 1979. Después de tomar las primeras fotografías a corta distancia del planeta, gracias a lo que se pudo descubrir nuevos anillos y satélites del astro, continuó su recorrido hacia el exterior del Sistema Solar, donde se dedicó a estudiar las partículas energéticas del viento solar.


Los anillos de Saturno fueron los únicos conocidos en el Sistema Solar hasta que en el año 1977 se descubrieron unos sutiles en el contorno de Urano y, más recientemente, alrededor de Júpiter y Neptuno. El origen de los aros de Saturno no se conoce con exactitud, se cree podrían haberse formado a partir de satélites que sufrieron impactos de cometas y meteoritos. Cuatrocientos años después de su descubrimiento, los sorprendentes anillos de Saturno siguen siendo un gran enigma.

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