Nebulosa Trífida: La hermosa combinación de diferentes polvos interestelares

Una de las cosas más despampanantes que posee el Universo son las nebulosas, ésta caldera cósmica donde nacen y mueren estrellas.



Como una de la favorita de los astrónomos, tanto aficionados como profesionales, se presenta esta luminosa y colorida bruma de polvo y gas de la constelación de Sagitario.

Aunque la distancia a la que se encuentra esta fascinante nube de polvos interestelares es incierta, se sabe que pertenece a la constelación de Sagitario. Es la zona de formación estelar más joven que se conoce, ya que su edad se estima en unos 300.000 años solamente, a pesar de eso es una de las grandes nebulosas que hay en la constelación a la que pertenece junto a la cercana Nebulosa Laguna.

La Nebulosa Trífida fue observada por primera vez por Charles Messier en junio de 1764. El estudioso de la astronomía ingresó al asombroso objeto como el número 20 de su catálogo estelar sobre formaciones cósmicas. Aproximadamente 60 años después, el análisis de los senderos oscuros que parecen dividir la nebulosa en tres lóbulos, por parte del astrónomo inglés William Herschel, fue lo que inspiró a su hijo, John Herschel, a acuñar el nombre popular de Trífida. Aunque también ha sido catalogada como NGC 6514 y M20.



Al mirar las imágenes que se han captado de la M20 se pueden ver tres tipos de nebulosas: nebulosas rosadas de emisión, de hidrógeno ionizado; nebulosa de reflexión azulada, en torno a la estrella HD 164514 en el extremo noreste; y por último la nebulosa oscura. Además, los estudios han identificado que la mayoría de las estrellas formadas están aún ocultas en su interior, y que esta nebulosa de emisión es de una forma más regular y redondeada.


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