Mimas: El satélite que ha sido comparado con la ficción

Siempre nos ha maravillado Saturno por sus luminosos anillos, pero su satélite más interno se ha convertido por su interesante superficie en uno de los grandes objetos de estudio para los astrónomos.


El satélite Mimas fue descubierto en 1789 por el astrónomo William Herschel y fue nombrado en aquel entonces como Saturno I, por ser el más interno de los satélites descubiertos por el científico pertenecientes al sexto planeta del Sistema Solar. Pero como muchos de los cuerpos celestes que orbitan en el espacio, éste satélite debe su actual nombre a la mitología griega.

Mimas ha sido constantemente comparado con la forma de la estrella de la muerte de la famosa película “Star Wars”, debido a un enorme cráter, llamado Herschel, visible en su superficie y que según los científicos fue provocado presumiblemente por el impacto de un meteorito. Incluso se considera que posiblemente una colisión ligeramente más energética podría destruir un cuerpo del tamaño de Mimas.

Este satélite es un cuerpo helado de baja densidad, por lo que se considera que está constituido en su mayor parte por hielo de agua con una pequeña concentración de materiales más densos. Además, al ser deformado por las fuertes fuerzas de marea producidas por Saturno, no se presenta como un cuerpo esférico. Las fuerzas de marea retienen a Mimas en rotación síncrona, es decir, su periodo de rotación es igual que su el orbital alrededor de Saturno.


La misión de la sonda Cassini tuvo un encuentro cercano con el cuerpo celeste en agosto de 2005, y otro más próximo aún en febrero de 2010, los cuales revelaron que Mimas es uno de los satélites más caracterizados del sistema de Saturno, y con poca evidencia de actividad geológica. De hecho, se encuentra tan erosionado que es víctima del fenómeno denominado saturación, lo que significa que los nuevos cráteres sólo pueden ocurrir dentro de aberturas más antiguas.

Stephen Hawking: El genio de nuestro tiempo

Si Isaac Newton y Albert Einstein fueron los genios científicos de épocas pasadas, en la actualidad lo es el británico Stephen Hawking.
Sus estudios sobre las teorías cosmológicas, los agujeros negros, la gravedad cuántica y sobretodo por sus intentos de combinar la relatividad general con la teoría cuántica, han sido sus mayores aportes al conocimiento científico humano.
A pesar de la esclerosis lateral amiotrófica -enfermedad que lo aqueja desde los 21 años- ha sabido mantener su cerebro y conocimientos en perfecto estado convirtiéndose en una de las mentes más brillantes de nuestro tiempo.
Este genio nació en Oxford, Inglaterra en el año 1942 durante la Segunda Guerra Mundial, motivo por lo cual la familia se muda de su casa en Londres a St. Albans -a 20 millas de la capital inglesa- donde finalmente nace Stephen Hawking. Sus padres fueron el Dr Frank Hawking y la activista política Isabel Hawking, los que además tuvieron a Philipa, Mary y Edward, un hijo adoptado.
Ya de joven, Stephen se matriculó en la Universidad de Oxford para estudiar matemática, sin embargo ante la inexistencia de la cátedra de matemática decidió estudiar física. Obtiene su licenciatura en el año 1962 y prosigue en la universidad de Cambridge con sus estudios de astronomía. Es a partir de este momento en que los primeros síntomas de su enfermedad se empiezan a manifestar y los médicos le dan como esperanza de vida máximo 3 años. Sin embargo, se casa con Jane Wild y prosigue con su vida con las complicaciones de la enfermedad. Luego de conseguir su doctorado se convierte en Profesor Asociado de Gonville y Caius College, es elegido como uno de los becarios más jóvenes de la Royal Society en 1974, entre otras muchas distinciones.
En el año 1991 se separa de su primera esposa y años más tarde contrajo nupcias con su enfermera Elaine Mason, con la que también se divorció en el año 2006. Son muchas las personas e instituciones alrededor del mundo que continuamente le otorgan premios, condecoraciones y demás distinciones.
En el año 2007, el artista Ian Walters realizó una estatua del científico, la que actualmente se exhibe en el Centro para la Cosmología Teórica en la Universidad de Cambridge. En San Salvador existe un museo con su nombre, y además un par de edificios con su nombre también en Gonville y Caius College y en Winchester, Inglaterra.


Agujeros negros: La verdad

Los agujeros negros también son conocidos como hoyos negros y se tratan de una región del espacio-tiempo que han sido provocados por una gran concentración de masa en su interior. A raíz de esto, se puede notar un aumento de la densidad, con lo que se crea un campo gravitatorio tan poderoso, que ninguna partícula material y hasta incluso, ni siquiera la luz, pueden escapar de esa región.


Si ya te sientes interesado por el tema, entonces sigue leyendo pues lo que viene se pone aún mejor. La curvatura del espacio-tiempo o también conocida como gravedad de un agujero negro, se debe a la abundante energía del objeto celeste; lo cual provoca una singularidad envuelta por una superficie cerrada, conocida como “horizonte de sucesos”. Ahora que ya sabemos lo que es el horizonte de sucesos, podemos decir que es este el que separa la región del agujero negro, con el resto del Universo, siendo también la superficie límite del espacio del que ninguna partícula puede salir y como ya lo dijimos, la luz tampoco se escapa de esta limitación.


La curvatura de la que hemos hablado, ha sido estudiada por la relatividad general, la que pudo predecir la existencia de los agujeros negros. Alrededor de los años 70, Hawking y Ellis lograron demostrar distintos teoremas de gran interés, relacionados con la ocurrencia y la geometría de los agujeros negros. Sin embargo, antes de ellos, en 1963, Roy Kerr, ya había demostrado que en un espacio-tiempo de cuatro dimensiones, los agujeros negros deberían de tener una geometría cuasi esférica; dicha geometría debía estar determinada por tres parámetros: su masa (M), su carga eléctrica total (e) y su momento angular (L).


MRO: El explorador de Marte

El deseo por poseer la mayor cantidad posible de conocimientos es inherente a la especie humana.


Desde las antiguas civilizaciones y sus primeros intentos por comprender el mundo y los fenómenos que ocurren sobre nuestras cabezas hasta las actuales misiones espaciales y la fabricación de costosas y avanzadas naves con el fin -entre muchos otros- de colonizar nuevos mundos.

Lo que antes encontrábamos en los filmes y libros de ficción hoy lo vemos en la televisión y demás medios de comunicación, y así es como en la actualidad a nadie sorprende que varias naves humanas orbiten alrededor del vecino Marte. Una de estas naves es la conocida por sus siglas como MRO o Mars Reconnaissance Orbiter, que tiene como una de sus principales misiones mapear el territorio y geografía marciana mediante sus cámaras de alta resolución, con el fin de elegir los mejores lugares para el aterrizaje de la nave Phoenix.

Además la MRO se encuentra provista de complejos equipos científicos que le ayudarán a estudiar el clima y geología de Marte y también la búsqueda de agua subterránea. Otra de las funciones de este vehículo de exploración orbital es buscar los restos de la Mars Lander Polar y la Beagle 2, naves perdidas y nunca encontradas.


La cámara de alta tecnología de la MRO, llamada HiRise, ha conseguido capturar imágenes del cráter Victoria en Marte y además el descenso de la nave Phoenix el 25 de mayo del 2008. En noviembre del 2006 surgieron algunos problemas en el funcionamiento de la nave, como el descenso de la resolución de las imágenes. Posteriormente este problema fue superado, pero hasta la fecha no se ha llegado a conocer la causa real de este desperfecto, por lo que se prevé que pueda volver a ocurrir.

La construcción de la MRO ha tenido un costo de 720 millones de dólares y es la sexta nave humana en entrar en la órbita del planeta rojo. Las anteriores fueron la Mars Global Surveyor, la Mars Express, la Mars Odyssey y dos Mars Rovers de Exploración.

Comprendiendo a los equinoccios y solsticios

Muy pocas veces se habla de los equinoccios y los solsticios, por lo que podríamos pensar que se tratan de términos difícil de comprender, pero realmente no lo son.


Para empezar, debemos saber que un equinoccio es cada uno de los dos puntos que hay en una esfera celeste, donde la eclíptica corta al ecuador celeste. Al mismo tiempo, un equinoccio es cada una de las flechas en que esto sucede. Cuando se habla de equinoccios, debemos de saber que el Sol se encuentra ubicado en el plano del ecuador terrestre, justo donde alcanza el cenit. Esto es muy importante pues el paralelo de declinación del Sol y el ecuador celeste coinciden, lo cual hace posible que la noche y el día tengan la misma duración en cualquier parte del mundo.

Otro dato importante con relación a los equinoccios es que reciben el nombre de primer punto de Aries o equinoccio vernal y también de primer punto de Libra o equinoccio otoñal. El primero que hemos mencionado es el punto del ecuador celeste, en el cual el Sol pasa de Sur a Norte en relación al plano ecuatorial. Por otra parte, en el segundo, sucede lo contrario pues el Sol pasa de Norte a Sur del ecuador celeste, teniendo una declinación que pasa de positiva a negativa. Ahora, sobre los solsticios, tenemos que decir que se tratan de aquellos momentos del año en los que el Sol llega a su máxima posición meridional. Cuando nos referimos al solsticio de verano del hemisferio Norte, estamos viendo que el Sol llega al cenit al mediodía sobre el Trópico de Cáncer.


Por su parte, en el solsticio de invierno, llega al cenit al mediodía, sobre el Trópico de Capricornio. Es importante saber que las fechas del solsticio de verano, tanto como el de invierno, están cambiadas para ambos hemisferios.

Olbers: Un médico con vocación de astrónomo

Alguna vez te has preguntado por qué el cielo es negro siendo que existen miles de millones de estrellas que podrían aclararlo. Supongo entonces que te interesará conocer al astrónomo que se formuló la misma paradoja.
El médico de profesión y astrónomo de devoción Heinrich Olbers nació el año 1758, Arbergen, cerca de Bremen, en Alemania. Realizó varios aportes importantes para la astronomía actual, pero es recordado mayormente por desarrollar la paradoja que, a principios del siglo diecisiete, tanto había inquietado a Kepler.
Este gran científico a los 21 años de edad creó el primer método, todavía utilizado por los astrónomos, para calcular la órbita de los cometas. Gracias a éste técnica logró localizar en 1802, en la posición prevista por Karl F. Gauss, el primer asteroide llamado Ceres, que ya había sido descubierto exactamente un año antes por Giuseppe Piazzi, y después perdido de vista. Ese mismo año descubrió por sí mismo el asteroide Pallas y cinco años después encontró a Vesta, dejando que fuera Gauss quien escogiera el nombre.
Otro de las contribuciones que realizó Olbers a la astronomía fue la formulación de la teoría en la que conjeturó que los asteroides eran fragmentos de un antiguo planeta que explotó. Aunque actualmente este supuesto no se considera muy probable, ya que luego de varias investigaciones, se cree que son una colección de acumulaciones que nunca se unieron para formar un satélite o un planeta.
El 1811 desarrolla la hipótesis de que la cola de los cometas estaría formada por partículas expulsadas del núcleo por algún tipo de fuerza, y que la cola había de estar siempre en la dirección opuesta al Sol. Años después se ha podido comprobar que esto se debe a la presión de radiación de la luz solar, un efecto que en ese entonces no era conocido.
La famosa paradoja de Olbers fue su último y más reconocido aporte, planteada por el científico en 1826, en la cual se pregunta: ¿Por qué el cielo nocturno es oscuro si existen infinitas estrellas que habrían de iluminarlo como si fuera de día? La solución encontrada por el científico fue de que el cielo era oscuro de noche porque algo en el espacio bloqueaba la mayor parte de la luz estelar que debía llegar a la Tierra. Esto se ha resuelto de manera diferente muchos años después, tras descubrirse que el universo observable tiene una extensión limitada, probablemente no mayor de un radio de 20.000 millones de años luz, y por tanto aún no ha transcurrido el tiempo suficiente para que la luz de las estrellas iluminen de manera total y pareja el cielo nocturno.

Contaminación lumínica: La gran preocupación de los astrónomos

Contemplar el cielo estrellado siempre ha sido el pasatiempo nocturno preferido de miles de personas, tanto soñadores y románticos como científicos, sienten fascinación por el firmamento.
Pero qué pasaría si te contamos que ese panorama se vuelve cada día más difícil de apreciar, a continuación te invitamos a conocer el por qué.

La alteración que hemos producido como raza humana hacia el medio ambiente es una de las problemáticas más importantes que tiene el mundo actual y, lamentablemente, nuestro cielo nocturno no ha quedado exento de ella debido al protagonismo desmedido que ha tenido la luz artificial. La emisión de ésta energía en ciertos sectores que es innecesaria y en donde la luz artificial brilla hacia fuera, en dirección al cielo, en vez de concentrarse hacia abajo, es lo que denominaremos Contaminación Luminosa o Lumínica.


La contaminación lumínica (CL), tiene como manifestación más evidente el desvanecimiento de la oscuridad y la alteración radical de los niveles de luz, lo que para los astrónomos se ha traducido en la imposibilidad de observar los astros con claridad, a excepción de los más brillantes, ya que son opacados o prácticamente anulados por la atmósfera iluminada por las luces artificiales de las ciudades.

De todos los tipos de polución que enfrentamos, la lumínica probablemente sea la más fácil de remediar. Sólo se necesita de una planificación diferente, sencillas modificaciones en los diseños y en la instalación de alumbrado se traducirían en cambios inmediatos en la cantidad de luz que se dispersa a la atmósfera y, por supuesto, en ahorro de energía.

Por suerte poco a poco los países han ido tomando conciencia sobre este problema que nos aqueja a nivel mundial y la importancia de innovaciones. En muchas partes han adoptado diferentes políticas para solucionarlo, como es el caso de Flagstaff, Arizona que fue uno de los primeros sectores donde se realizaron esfuerzos de la sociedad civil para controlar la contaminación luminosa, con el fin de cuidar la vista del Observatorio Lowell, que se alza por encima de la ciudad, llegando en 2001 declararse la primera ciudad internacional de cielo oscuro.


América latina tampoco ha quedado indiferente, en 1999 entró en vigencia la Norma de Emisión para la Regulación de la Contaminación Lumínica, que establece un marco legal para la protección de la calidad del firmamento, destinado a proteger los cielos oscuros en las regiones chilenas de Antofagasta, Atacama y Coquimbo, conocidas por su actividad astronómica profesional. Al corto plazo el desperdicio de electricidad en iluminación inútil disminuyó notablemente.

La colaboración ciudadana individual es vital en el cambio que podemos producir, únete a la campaña evitando la emisión de luz hacia el cielo, logrando centrar de manera eficiente la iluminación, obviando las lámparas de mercurio y, por último, a partir de medianoche reducir la luminaria a los niveles mínimos. De ésta manera estarás aportando para que las siguientes generaciones puedan continuar deleitándose mirando las estrellas.